domingo, 25 de enero de 2015

Comunicado de apoyo a los trabadores y trabajadoras de Everest



Desde el Partido Comunista de España de León (PCE) y la Juventud Comunista en León (UJCE) mostramos todo nuestro apoyo y solidaridad con las movilizaciones convocadas por los y las trabajadoras de la Editorial Everest a raíz del nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo planteado por la empresa.





En los últimos años los y las trabajadoras han sufrido tres Expedientes de Regulación de Empleo, el último, fechado en Diciembre de 2013 fue de extinción y afectó al 30% de la plantilla. Este último ERE también trajo consigo una rebaja salarial del 33%, y la pérdida de algunos derechos fundamentales de toda la clase obrera. Además, y aparte de las circunstancias que rodean estos EREs, los y las trabajadoras han tenido numerosos problemas durante este último año 2014 para cobrar sus salarios. Estos cobros no se suelen realizar de manera regular, siendo lo normal que el pago se realice de forma fraccionada y en fechas aleatorias que complican mucho el normal desarrollo de la vida de las 320 familias que componen el Grupo Everest. Por si esto no fuera suficiente, también están esperando que se haga efectivo para ellos y ellas el cobro de sus pagas extras del año 2014, y parte de la nómina de pasado mes de Diciembre.

En la última reunión que los trabajadores y las trabajadoras han mantenido con la empresa, se les ha hecho explícita la intención de presentar por parte de esta un Expediente de Suspensión Temporal hasta finales de Marzo para la mayoría de la plantilla. Esta maniobra pretende que así las familias afectadas puedan recibir ingresos por parte del INEM y eso alivie la situación económica de la empresa, pudiendo esta pagar los salarios del resto de la plantilla que siguiera en activo. Sin embargo, este compromiso no ha podido ser garantizado por la empresa. Por otro lado, los y las trabajadoras no confían en las pocas explicaciones facilitadas por la empresa de las maniobras que están llevando a cabo con la Junta de Castilla y León y algunos organismos Europeos para “solucionar” esta inadmisible situación. 

Estos son motivos suficientes para iniciar una serie de acciones en la puerta de la empresa y por las calles de León, ciudad que lleva viendo Everest en el horizonte más de 50 años. Con esta lucha nos jugamos mucho, ya que estos recortes no son fruto del azar, si no que se enmarcan dentro de la estrategia de no reducir el margen de beneficio de las empresas a costa de los salarios de la plantilla, de jugar con sus jornadas laborales, en resumen, a costa de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. No podemos olvidar que Everest es un grupo Editorial  relacionado con el ámbito de la cultura, espacio que está sufriendo de manera continuada desde que las políticas propiciadas por el bipartidismo han subido su IVA al 21%, condenando este sector a una muerte lenta y agónica. Al igual que debemos relacionar este intento de desmantelamiento de la empresa como un atentado contra la libertad de expresión, que queda reflejada en todos los libros de texto que se han editado desde esta empresa.

Las circunstancias antes expuestas y la inestimable ayuda propiciada por las últimas reformas laborales del bipartidismo, son el arma con la que Everest presiona a sus trabajadoras y trabajadores para tener cada día unas condiciones todavía peores que las que venían sufriendo. Se hace necesario entonces encontrar una solución, que creemos que pasa por colectivizar la empresa y ponerla al servicio de los intereses de los y las trabajadoras, que son el único elemento necesario para que la empresa funcione.

Desde el PCE y la UJCE apoyamos a toda la plantilla de Everest, sumándonos a su lucha, y llamando a la organización como única respuesta ante los ataques sistemáticos que sufre la clase trabajadora. Con unidad y acción, solo podemos vencer, como lo corroboran otra serie de conflictos recientes como el de Coca Cola, en el cual la clase trabajadora ha demostrado que, efectivamente, “La única lucha que se pierde es la que se abandona”.  
Hoy es Everest y estas 320 familias (sin olvidar las de las empresas circundantes, como las de los proveedores de la editorial), pero mañana será cualquier otra empresa, pequeña o grande, emblemática o reciente, y nos podría tocar a cualquiera. En tus manos está unirte a la lucha de toda la clase obrera para garantizar un futuro para ti y los tuyos.



En resumen, creemos que ésta no sólo es la lucha de las y los trabajadores de Everest, es la lucha de todo el pueblo para no permitir que se nos siga expoliando lo que nos pertenece.

¡¡¡Salvemos Everest!!!