El pasado sábado 25 de abril tuvo
lugar, en la sede de UGT, una mesa redonda organizada por el Partido
Comunista de España (PCE) y el Partido Comunista de los Pueblos de
España (PCPE) así como sus juventudes, la Unión de Juventudes
Comunistas de España y los Colectivos de Jóvenes Comunistas, con el objetivo de llamar a la unidad al
conjunto de la clase obrera.
Durante el desarrollo de este acto, tuvimos la oportunidad de conocer más
a fondo la lucha que están manteniendo los trabajadores y trabajadoras de
coca-cola desde hace ya unos meses, consiguiendo que, el pasado 15 de abril, el
Tribunal Supremo declarase nulo el ERE que planteaba la empresa. De esta forma,
compartieron sus experiencias de lucha surgidas a lo largo de una huelga
indefinida que comenzó el 27 de enero como protesta por el cierre de la planta
de Fuenlabrada, afectada por el Expediente de Regulación de Empleo.
Además, pudimos contar con la presencia de los trabajadores y trabajadoras
de Everest, que expusieron el conflicto que mantienen con la empresa desde
que, el pasado 9 de marzo en protesta por la situación laboral que atraviesa la
histórica editorial al sufrir un ERE de extinción, la plantilla de Everest se
puso en huelga.
En esta mesa redonda, también participaron las Mujeres del Carbón,
explicando el conflicto minero que se está dando en la provincia de león y su
situación actual. Se habló además de las
últimas acciones que se han llevado a cabo como los cortes de carreteras en
Bembibre o Ciñera. Motivo por el cual, la persona que debería haber participado
en el acto en representación de la Hullera Vasco-Leonesa no pudo asistir al
mismo. Sin embargo, durante la intervención de las mujeres del carbón se trató
de igual forma la situación de este conflicto.
Por último, tuvo lugar la intervención de los trabajadores y trabajadoras
del servicio de limpieza de la ULE
que a finales del curso pasado iniciaron una huelga de 33 días de duración y 11 de encierro para
conservar sus puestos de trabajo.
Desde el PCE y la UJCE llamamos a
la unidad obrera para
lograr un cambio exigiendo democracia en nuestros propios centros de trabajo y
que se cumplan los derechos que tanto nos ha costado conseguir, así como ir
adquiriendo nuevos. La juventud, uno de los sectores más afectados por la
crisis, debemos ser también los principales impulsores del cambio, en primer
lugar volviendo a organizarnos a través del sindicato, como principal
herramienta que tenemos para la defensa de nuestros derechos.
Porque ya es hora
de que la democracia atraviese las puertas de las empresas.