Después del circo electoral que hemos vivido, toca volver a la realidad. Y
esta no es otra que los constantes ataques a las y los trabajadores. Esta vez,
materializado en el ERE de la empresa pública TRAGSA que presentó en 2013, fue
revocado por una sentencia de la Audiencia Nacional en 2014 y avalado por el
Tribunal Supremo hace pocas semanas.
El Expediente de Regulación de Empleo planteado por la empresa afecta a 300
trabajadores, de los que más de 140 son de Castilla y León. Esto se ha plasmado
en un encierro por parte de sus trabajadores en la sede de Valladolid, y es que
no es de recibo que una empresa pública como el grupo Tragsa, que está
registrando buenos resultados económicos, siga
adelante con este ERE.
Hay que recordar que la empresa decidió retomar el ERE después de que a
mediados de octubre el Tribunal Supremo diera la razón a la compañía y lo
considerara ajustado a derecho. Contradecía así a la Audiencia Nacional, que
declaró nulos los despidos en abril de 2014. El presidente del Comité de
Empresa, Ángel Hernández, explicó cuando comenzó el encierro que la situación
de la empresa no es la misma que hace dos años y este ERE, a su juicio, está
«injustificado» y es «innecesario». Los representantes de los trabajadores,
añadió, siempre le ofrecieron a la Dirección alternativas económicas para que
no se produjeran despidos traumáticos, pero aquélla nunca los aceptó.
Actualmente, Tragsa tiene un beneficio de casi dos millones de euros, que si no fuera por la aventura internacional (ocho millones) y otros pagos pendientes, ascenderían a más de 20 millones de euros. La plantilla actual de la empresa es de 3.800 trabajadores fijos y 2.900 eventuales.
Actualmente, Tragsa tiene un beneficio de casi dos millones de euros, que si no fuera por la aventura internacional (ocho millones) y otros pagos pendientes, ascenderían a más de 20 millones de euros. La plantilla actual de la empresa es de 3.800 trabajadores fijos y 2.900 eventuales.
¿Como es posible que con beneficios, oportunidades y soluciones ofrecidas,
se continúe con estas medidas contra obreros y obreras? Y es que lo que se
pretende es precarizar estos puestos de trabajo, convirtiéndolos en eventuales
y según las necesidades de la empresa, concediéndole a ésta el máximo beneficio
a costa del pan de las familias de los trabajadores de TRAGSA.
La UJCE en Castilla y León y el PCE
expresamos nuestro apoyo y compromiso decidido con la justa lucha de las
trabajadoras y trabajadores de TRAGSA.
La única alternativa que tenemos como clase obrera es la lucha organizada, porque la supervivencia del
sector y de nuestros puestos de trabajo y derechos sólo vamos a garantizarla de
forma duradera peleando por lo que nos corresponde por derecho.